viernes, 7 de febrero de 2014

Sin rencores

No es personal - Y  Después de Abimelech levantóse para librar a Israel, Tola hijo de Púa, hijo de Dodo, varón de Issachár, el cual habitaba en Samir, en el monte de Ephraim. Y juzgó a Israel veintitrés años, y murió, y fue sepultado en Samir. Tras él se levantó Jair, Galaadita, el cual juzgó a Israel veintidós años. Éste tuvo treinta hijos que cabalgaban sobre treinta asnos, y tenían treinta villas, que se llamaros las villas de Jair hasta hoy, las cuales están en la tierra de Galaad. Y murió Jair, y fue sepultado en Camón. Mas los hijos de Israel tornaron a hacer lo malo en los ojos de hehová, y sirvieron a los Baales y a Astaroth, y a los dioses de Siria, y a los dioses de Sidón, y a los dioses de Moab, y a los dioses de los hijos de Ammón, y a los doses de los Filisteos: y dejaron a Jehová, y no le sirvieron. Y Jehová se airó contra Israel, y vendiólos en mano de los Filisteos, y en mano de los hijos de Ammón: Los cuales molieron y quebrantaron a los hijos de Israel en aquel tiempo dieciocho años, a todos los hijos de Israel que estaban de la otra parte del Jordán en la tierra del Amorrheo, que es en Galaad. Y los hijos de Ammón pasaron el Jordán para hacer también guerra contra Judá, y contra Benjamín, y la casa de Ephraim: y fue Israel en gran manera afligido. Y los hijos de Israel clamaron a Jehová, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a nuestro Dios, y servido a los Baales. Y Jehová respondió a los hijos de Israel: ¿No habéis sido oprimidos de Egipto, de los Amorrheos, de los Ammonitas, de los Filisteon, De los de Sidón, de Amalec, y de Maón, y clamando a mí os he librado de sus manos?  Mas vosotros me habéis dejado, y habéis servido a dioses ajenos: por tanto, yo no el libraré más.  Andad, y clamad a los dioses que os habéis elegido, que os libren en el tiempo de vuestra aflicción.  Y los hijos de Israel respondieron a Jehová: Hemos pecado; haz tú con nosotros como bien te pareciere: solamente que ahora nos libres en este día.  Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron a Jehová: y su alma fue angustiada a causa del trabajo de Israel.  Y juntándose los hijos de Ammón, asentaron campo en Galaad: juntáronse asimismo los hijos de Israel, y asentaron su campo en Mizpa.  Y los príncipes y el pueblo de Galaad dijeron al uno al otro: ¿Quién será el que comenzará la batalla contra los hijos de Ammón? él será cabeza sobre todos los que habitan en Galaad.  Existía entonces Jephté, Galaadita, hombre valiente, hijo de una ramera, al cual había engendrado Galaad. Y la mujer de Galaad también le había parido hijos; los cuales cuando fueron grandes, echaron fuera a Jephté, diciendole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres bastardo. Huyendo pues Jephtí a causa de sus hermanos, habitó en tierra de Tob; y juntáronse con él hombres ociosos, los cuales con él salían. Y aconteció que después de días los hijos de Ammón hicieron guerra contra Israel:  Y como los hijos de Ammón tenían guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron para volver a Jephté de tierra de Tob; Y dijeron a Jephté: Ven, y serás nuestro capitán, para que peleemos con los hijos de Ammón. Y Jephté respondió, a los ancianos de Galaad: ¿No me habéis vosotros aborrecido, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿por qué pues venís ahora a mí cuando estáis en aflicción? y los ancianos de Galaad respondieron a Jephté: Por esta misma causa tornamos ahora a ti, para que vengas con nosotros, y pelees contra los hijos de Ammón, y nos seas cabeza a todos los que moramos en Galaad. Jephté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me volvéis para que pelee contra los hijos de Ammón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestra cabeza? Y los ancianos de Galaad respondieron a Jephté: Jehová oiga entre nosotros, si no hiciéremos como tú dices. Entonces Jephté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por su cabeza y príncipe; y Jephté habló todas sus palabras delante de Jehová en Mizpa. Y envió Jephté embajadores al rey de los Ammonitas, diciendo: ¡Qué tienes tú conmigo que has venido a mí para hacer guerra en mi tierra? Y el rey de los Ammonitas respondió a los embajadores de Jephté: Por cuanto Israel tomó mi tierra, cuando subió de Egipto, desde Arnón hasta Jaboc y el Jordán; por tanto, devuélvelas ahora en paz. Y Jephté tornó a enviar atros embajadores al rey de los Ammonitas, Para decirle: Jphté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de los hijos de Ammón:  Mas subiendo Israel de Egipto, anduvo por el desierto hasta el mar Bermejo, y llegó a Cades. Entonces Israel envió embajadores al rey de Edom, diciendo: Yo te ruego que me dejes pasar por tu tierra. Mas el rey de Edom no los escuchó. Envió también el rey de Moab; el cual tampoco quiso: quedóse por tanto Israel en Cades. Después, yendo por el desierto, rodeó la tierra de Edom y la tierra de Moab, y viniendo por el lado oriental de la tierra de Moab, asentó su campo de estotra parte de Arnón, y no entraron por el término de Moab: porque Arnón término es de Moab. Y envió Israel embajadores a Sehón rey de los Amorrheos, rey de Hesbón, diciéndole Ruégote que me dejes pasar por tu tierra hasta mi lugar. Mas Sehón no de fió de Israel para darle paso por su término, antes juntando Sheón toda su gente, puso campo en Jaas, y peleó contra Israel. Empero Jehová el Dios de Israel entregó a Sehón y a todo su pueblo en mano de Israel, y venciólos: y poseyó Israel toda la tierra del Amorrheo que habitaba en aquel país. Poseyeron también toso el término del Amorrheo desde Arnón hasta Jaboc, y desde el desierto hasta el Jordán. Así que Jehová el Dios de Israel echó los Amorrheos delante de su pueblo Israel: ¿y lo has de poseer tú?  Si Chémos tu Dios te echase alguno, ¿no lo poseerías tú? Así poseeremos nosotros a todo aquel que echó Jehová nuestro Dios de delante se nosotros. ¿Eres tú ahora en algo mejor que Balac hijo de Sephor, rey de Moab? ¿tuvo él cuestión contra Israel, o hizo guerra contra ellos? Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están a los términos de Arnón, ¿por qué no las habéis reclamado en ese tiempo? Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo haciéndome guerra: Jehová, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Ammón. Mas el rey de los hijos de Ammón no atendió las razones de Jephté que le envió. Y el espíritu de Jehová fue sobre Jephté: y paso por Galaad y Manasés; y de allí pasó a Mizpa de Galaad; y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Ammón. Y Jephté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los Ammonitas en mis manos, Cualquiera que me saliere a recibir de las puertas de mi casa, cuando volviere de los Ammonitas en paz, será de Jehová, y le ofreceré en holocausto. Pasó pues Jephté a los hijos de Ammón para paear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano. Y los hirió de grandísimo estrago desde Aroer hasta llegar a Minnith, veinte ciudades; y hasta la vega de las viñas. A sí fueron dominados los Ammonitas delante de los hijos de Israel. Y volviendo Jephté a Mizpa a su casa, he aquí que su hija le salió a recibir con adufes y danzas, y era la sola, la única suya; no tenía fuera de ella otro hijo ni hija. Y como él la vio, rompió sus vestidos diciendo: ¡Ay, hija mía! de verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen: porque yo he abierto mi boca a Jehová, y no podré retractarme. Ella entonces le respondió: Padre mío, si has abierto tu boca a Jehová, haz de mí como salió de tu boca, pues que Jehová  ha hecho venganza en tus enemigos los hijos de Ammón. Y tornó a decir a su padre: Hágasme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras. Él entonces dejo: Ve. Y dejola por los meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. Pasados los dos meses volvió a su padre, e hizo de ella conforme a su voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón. De aquí fue la costumbre en Israel que de año en año iban las doncellas de Israel a endechar a la hija de Jephté Galaadita, cuatro días en el año. Jueces 10:1,11...Antigua versión 1909


    

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